En la otra parte del mundo, en Oriente, el Kabuki causaba furor durante los primeros años del siglo XVII. Se trata de una forma de teatro tradicional japonés. Era una mezcla entre teatro y danza donde las jóvenes mujeres interpretaban, a veces con tintes cómicos, escenas de la vida cotidiana. El escándalo surgió con el ambiente de prostitución y violencia que lo rodeaba. Por tal motivo en 1629 las mujeres fueron expulsadas, sustituyéndose por actores masculinos que se ataviaban de mujeres. Con ello el Kabuki experimentó una evolución: el drama ganó más protagonismo en detrimento de la danza, su éxito comenzaba a crecer. Las escenas eran de tintes obscenos. Lejos de terminar con la prostitución, ésta adquirió un auge insospechado. Eran muchos los hombres que tras terminar la función requerían los servicios de cualquier jovencito, hasta el punto de producirse importantes enfrentamientos por hacerse con los favores sexuales de un determinado actor. Finalmente en 1653 se decide suspender estas prácticas. Carlo Brochi nació en Italia a principios del siglo XVIII. Durante su infancia destacó por su hermosa voz, idónea para la ópera. Ello motivó que fuese castrado siendo niño para preservar así su maravillosa voz. Fue educado y se formó en los mejores centros de la época. Bajo el nombre artístico de Farinelli se convirtió en uno de los mejores intérpretes de la historia de la ópera. Su hermosa voz le permitió además especializarse en la interpretación de papeles femeninos, por lo que era frecuente verlo travestido. Así es representado en algunos grabados de la época. En la Francia del siglo XVIII, justo antes de la Revolución, tiene lugar uno de los casos más famosos de la Historia. D’Eon de Beaumont fue un joven que decidió vestirse de mujer y de hombre para investigar las causas de la misteriosa muerte de su hermana. Esta actitud ambigua fue propia a lo largo de toda su vida, llegando incluso a mantener relaciones sexuales con ambos sexos. Nunca llegó a saberse si realmente se trataba de una mujer o de un hombre. El siglo XIX llega con nuevos espectáculos y lugares de fiestas muy vinculados con el travestismo, que en esta centuria quedará estrechamente unido al mundo del arte, teatro y música. La literatura seguirá encontrando en los travestís una fuente de inspiración única. En 1868 llega a España La Revista, un género musical de teatro muy vinculado al cuplé que tanto furor causaba. El brillo y las plumas de las vedettes atrajeron a muchísimos homosexuales, que no dudaron en travestirse y actuar como una más en muchos números. Todo esto continuó en el siglo XX, la época de esplendor de este género gracias a las divas favoritas del momento como La Argentinita, La Bella Chelito o La Goya. En medio de este contexto aparece la figura de Álvaro Retana. Un joven deslenguado de familia acomodada que vivó por estos ambientes, diseñando muchos de los trajes que las vedettes lucían en sus espectáculos y componiendo canciones. Sus novelas son una importante fuente de documentación para imaginar y vislumbrar ese transformismo tan frecuente en estos ámbitos. El propio Retana no tenía reparos en autodenominarse “un buen imitador del sexo de Eva”. En sus apariciones públicas no fueron pocas las veces en las que se presentaba ataviado con kimono, cejas muy depiladas y labios pintados a la manera de “boca de piñón”, la moda de la época. Muy comentada fue su aparición vestido con un traje de seda durante una manifestación de proletarias republicanas. La vida de Álvaro Retana siempre estuvo marcada por el escándalo. Con la Guerra Civil fue condenado a muerte “por rojo y por maricón”, pero gracias a la clemencia de Juan XIII no se llevó a efecto esa sentencia, pasando 9 años en prisión. En estos difíciles años franquistas fue varias veces llamado a declarar por utilizar de forma irreverente símbolos cristianos. Su actitud libre y libertina le causó muchos problemas en este sentido. En una ocasión el fiscal le acusó de beber semen de jóvenes en un cáliz. Ante tal acusación se defendió declarando: “Señoría, yo eso prefiero tomarlo directamente”. Finalmente, como tantos otros, murió olvidado. A partir de entonces surge una vinculación muy estrecha entre travestismo, espectáculo y farándula que llegará hasta nuestros días. En años aún de la dictadura eran muchos los lugares donde las travestís despistaban a la censura y actuaban. “El Molino” en Barcelona fue uno de los más famosos. Durante todo el transcurso del siglo XX asistimos al desarrollo y evolución del Cine. El séptimo arte optó en muchos casos por una temática relacionada con este fenómeno. Ya desde los inicios en el cine mudo Charles Chaplin se vistió de mujer en alguna película. A él le siguieron muchísimos nombres. Desde el blanco y negro hasta el color el travestismo ha sido la base de muchos títulos muy reconocidos y famosos. Podríamos empezar con los papeles de Tony Curtis y Jack Lemmon en “Con faldas y a lo loco” y terminar con “Priscilla, Reina del desierto”, protagonizada por un grupo de travestís fans de ABBA. Pero no sólo de historias ficticias se alimenta el Cine, también se versionaron y adaptaron casos reales. Como ejemplo podríamos citar a “Mulán”, producida por la factoría Disney. En el cine español vemos algunos casos en películas de los 70. El factor travestí en estos casos adquiere matices burlescos, como podemos ver en alguna interpretación de Paco Martínez Soria. Sin duda, uno de los que mejor ha tratado este tema ha sido Pedro Almodóvar que ha conseguido que este tipo de personajes sean característicos en su trayectoria. El último pudimos verlo de la mano de un soberbio Javier Cámara en “La Mala Educación”. Otros directores optaron por retratar a travestís reales, como el caso de Ventura Pons con José Pérez Ocaña. El mundo de la Revista tuvo una competencia muy importante: La Copla. Los años 60 y 70 estarán marcados por las grandes damas de la copla que tuvieron su versión en travestí. Sara Montiel en el cuplé y Marifé de Triana junto a Lola Flores en la copla serían las preferidas. La propia Lola confesaba en su testamento oral redactado durante su intervención en “Cantares”: "Cuando me muera quiero que me pongan en el teatro Calderón para que todas las mariquitas, que me quieren mucho, vengan a verme". Paco España fue uno de los pioneros en la España de la transición. Aparecía en televisión y en películas como “Un hombre llamado Flor de Otoño”. Son los años de los locales especializados en espectáculos de travestís siempre en las zonas más undergorund de las ciudades, como el Gay Club o el Centauros en Madrid. Pero sin duda, la que más fama obtuvo fue La Esmeralda de Sevilla. En una difícil Sevilla nace La Esmeralda. Pronto gozó de gran popularidad por su carácter alegre y dicharachero. Sus espectáculos de copla y chistes estuvieron marcados por la transgresión. La Esmeralda se convirtió en uno de los rostros populares de la televisión y también del cine, puesto que cuenta con una película autobiográfica. Por tener, tiene hasta imitadoras hispanoamericanas. Años después, ya a principios de 1980 hace su aparición el sevillano artista José Pérez Ocaña. Pintor de brocha gorda en su localidad de Cantillana, un buen día decidió marcharse a Barcelona, donde se convirtió en fundamental de su historia cultural undergorund, alternando locas sus escandalosas reinterpretaciones marianas. Allí era frecuente verlo travestido llamando siempre la atención. José Pérez Ocaña muere precisamente travestido, cuando en 1983 en su pueblo natal un niño incendió con una bengala el traje de Dama de las Camelias que llevaba. Durante los 80 el optimismo y las ganas de cambiar y hacer cosas nuevas fue un importante empuje para las travestís. En estos años llega a España la travestí más famosa: Divine. Glenn Milsteald fue un joven nacido en Baltimore. Desde siempre sintió que era diferente, por lo que siempre fue víctima de rechazos e insultos. Siendo adolescente comienza a travestirse y a prepararse como actor. Poco a poco se fue haciendo de una fama hasta que su rostro ocupó la portada de la revista Life. Su pelo a lo Taylor, su maquillaje exageradísimo y su forma de comportarse y vestir fijó la base estética travestí que incluso hoy reina. A España llegó en torno a 1984, aquí muchos jóvenes se arrodillaron ante ella, posó desnuda para Pablo Pérez Minguez y actuó en varias ocasiones, una de ellas en el programa “La Edad de Oro”, conducido por Paloma Chamorro. La Movida que se produjo en el Madrid de principios de los 80 también estuvo muy marcada por el factor travestí. Ejemplo de ello fue el dúo musical constituido por Pedro Almodóvar y Fabio Mcnamara. Ataviados con pelucas, batas de guatiné, collares de plástico y mucho maquillaje la pareja cantaba uno a uno sus hits en unos espectáculos inéditos en España hasta entonces. Pedro iniciaría esa estética bizarra al combinar sus atuendos femeninos con sus rasgos viriles como su bigote o vellos en el pecho. Fabio, la Fanny, estaba continuamente travestido, lo que le ocasionó graves problemas con miembros de Fuerza Nueva cada vez que iba a visitar a sus amigos Costus. Además en estos años se implantaría en nuestro país el paso más allá del travestismo, hablamos de las primeras transexuales nacionales. Aquellas quienes ya no se conforman con vestirse de mujer y adoptar sus roles, sino que deciden someterse a una operación de cirugía. Como ellas mismas confiesan, son mujeres nacidas con cuerpo equivocado. Con los 90 el fenómeno travestí se convierte en cotidiano. No es nada extraño encender la televisión y ver alguna travestí. Ya en los años 80 era más que frecuente ver a un Javier Gurruchaga continuamente travestido. Muchas de estas travestís terminaron operándose, convirtiéndose en transexuales. Una de las más famosas fue Cristina, conocida como “La Veneno”. Su rostro fue uno de los más populares en la España de mediados de los 90. La deslenguada Veneno aparecía noche tras noche en el programa “Esta noche cruzamos el Missisipi”, siempre impresionante, vestida con provocativos diseños de Pepe Rubio. Otras fueron famosas a niveles de locales nocturnos, como Carmen de Mairena o Tina Cristal y Vicky Aranda en Sevilla. A nivel internacional el travestismo incluso era una forma estética a seguir, el caso de la imponente Ru-Paul es muy llamativo. Su bello rostro fue la imagen de la prestigiosa casa de cosméticos MAC. Otras adoptaron papeles más reivindicativos y luchadores en países que no atravesaban una buena situación, como por ejemplo Alejandra Bogue o Ruva Duval en México. El travestismo ya tenía una estética particular y muy propia, que años atrás ya habían adoptado cantantes, como el ambiguo David Bowie o Boy George, anunciando lo que otros hacen hoy, como Marilyn Manson Los noventa terminaban con un triunfo claro por parte de las travestís. Muy representativo es el caso de Dana Internacional. La joven israelí comenzó como travestí hasta convertirse en transexual. Por este motivo era perseguida por sectores fundamentalistas de su país, llegando incluso a estar amenazada y prohibida. Su victoria llegó con su triunfo en el festival de Eurovisión con la canción “Diva”. También esta última década ofreció otra forma de travestirse. Hablo de las Drags-Queen. Se trata de una indumentaria basada en atuendos femeninos, pero donde todo se exagera al máximo. Estarán más ligadas al mundo de la noche, en especial a las discotecas. Este fenómeno quizá deba estar más relacionado con el Transformismo. En estos años actuales aparecen travestís increíbles, cuyas actitudes rompen por completo los límites de cualquier definición posible. Travestís ligadas al mundo del arte, travestís muy transgresoras y originales. Algunas como La Prohibida llenas de modernidad, otras como Nacha La Macha que saben combinar a la perfección la tradición con la modernidad, llegando a tener una forma de ser propia y muy particular. Es una de mis preferidas. Muchas incluso juegan a combinar rasgos masculinos Con los femeninos, dando como resultado una apariencia muy bizarra, por ejemplo podría citar a las divertidas Fellini o Feldene-Flesh. Cantantes y otras personalidades de la cultura adoptaran la estética y las actitudes de estas travestís, ya antes comenté el caso de Marlyn Manson. En España podríamos hablar de Arrakis (siempre sorprendente e interesante), Nancys Rubias, etc. El auge y el éxito es tan enorme que desde el año 2003 hasta el 2006 se han venido celebrando en Madrid los festivales “En Plan Travestí”, donde tienen cabida todo tipo de artistas. Sirvan estas líneas para expresar la admiración y veneración absoluta que siento por el colectivo travestí y transformista. El título “Con los tacones de mamá…” va dedicado a ese tierno momento en que los niños, escondidos en el cuarto de baño o la habitación comienzan a dar rienda suelta a sus deseos cuando empiezan a ponerse las ropas de su madre y el maquillaje de su hermana mayor… La travestí nace…. Sé que por ignorancia y brevedad no cito todas las que deberían estar. Eso os lo dejo a vosotros.... Estos textos fueron tomados del libro “EL TRUCO IMAGEN Y ALMA DEL TRANSFORMISMO”. Autor: Guillermo Ward Gómez